La Seguridad Social nace a principios del siglo XX y se consolida a mediados del mismo durante el Estado de Bienestar como una herramienta de redistribución de recursos dentro de los distintos sectores o grupos de la clase trabajadora (básicamente de los que trabajan en relación de dependencia), es así que los distintos sistemas de la Seguridad Social redistribuyen:

  1. En el sistema previsional los trabajadores activos distribuyen a los pasivos.
  2. En el sistema de obras sociales los trabajadores sanos distribuyen hacia los enfermos.
  3. En el sistema de Asignaciones Familiares distribuyen desde los que no tienen cargas de familia a los que tienen cargas de familia.

Este sistema se consolidó y creció mientras que existió prácticamente pleno empleo, ya que la relación cantidad de trabajadores activos con cantidad de jubilados permitía que con los recursos exclusivos de la Seguridad Social se diera cobertura a los jubilados. Este esquema funcionó por:

  1. Bajo desempleo
  2. Bajo % de trabajadores en negro.
  3. Los jubilados se iban incorporando con los años, pero había una cantidad de jubilados en relación con los activos.

En el peronismo hemos sostenido tradicionalmente que los aportes a la seguridad social son salario diferido. No distinguimos al hacer esta afirmación, entre retenciones al salario y aportes del empleador, ya que ambos conceptos provienen del valor generado por el trabajo.

Previo a señalar algunas características o situaciones por las que atraviesa la Seguridad Social en Argentina, queremos señalar un tema central y cuál sería el papel de la Seguridad Social.

Hacer Política o plantear un Proyecto Político es centralmente proyectar y discutir cómo se crea y se distribuye la riqueza. Y en este sentido, los distintos instrumentos que tiene la Seguridad Social son efectivos para este objetivo de distribuir riqueza, para construir una sociedad más justa.

La Seguridad Social nos permite distribuir riqueza dirigiéndola efectivamente a los sectores o grupos que identificamos como beneficiarios de un objetivo político segmentándolos por zonas geográficas, grupos etarios, etc.

Por supuesto que la efectividad y potencia de la redistribución estará dada por los recursos que se incorporen al sistema, ya que en la medida que se incorporan nuevos beneficiarios que no son o no han sido trabajadores dependientes, el financiamiento exclusivo de aportes y contribuciones es insuficiente.

Cuando a mediados de la década del 80 el sistema previsional entra en crisis por insuficiencia de recursos, ya que el aumento de la cantidad de beneficiarios en relación al empleo impiden financiar beneficios previsionales dignos, se empiezan a incorporar recursos impositivos o de otra índole al Sistema de Seguridad Social.

Algunas cuestiones que queremos señalar:

1° Pese al proclamado objetivo de cobertura del 82% móvil, prácticamente nunca se alcanzó esta meta para la mayoría de los jubilados. Solamente algunos pocos sectores lograron legislaciones especiales que le permitieron tener este beneficio. Al respecto señalamos:

  1. Solamente lograron estos beneficios aquellos sectores que tenían o tienen poder político o de presión. Por ejemplo: Judiciales; Cancillería o, ´por “Prestigio social”, Docentes, científicos; o por rémoras históricas, Banco Provincia.
  2. No hay ninguna relación técnica entre los aportes y el beneficio obtenido que den justificación para la existencia de los mismos, salvo la presión corporativa, son realmente sistemas de privilegio.

2° La situación actual es diferente ya que el salario diferido no alcanza en absoluto para la cobertura. Hoy el 60% de los recursos provienen de rentas impositivas universales, es decir que la paga toda la población empleada o desempleada.

3°Durante los gobiernos de Néstor y Cristina logramos la inclusión de varios millones de compatriotas al sistema previsional con las siguientes medidas:

  1. Jubilación anticipada a los trabajadores que habían quedados excluidos del sistema por el proceso de privatizaciones de la década del 90 que los dejó cesantes y sin los años de aportes necesarios para acceder a la jubilación.
  2. Las moratorias previsionales, que les permitió ingresar al sistema a más de dos millones de compatriotas que no podían acreditar los años de servicio por haber trabajado en negro o por tener años de estar desocupados.

4° La situación actual en el Sistema Previsional es que gracias a las políticas llevadas adelante por el gobierno anterior, tenemos una cobertura casi universal, de las más altas a nivel mundial. Esto se va a ir deteriorando por las medidas restrictivas para el acceso a la jubilación que impone el gobierno de MACRI que transformó un derecho universal en una ayuda económica por razones de necesidad.

5° Hay ahora una mayor comprensión que el derecho de jubilación debe ser universal porque el ciudadano trabajó, ya sea en blanco o en negro, y si lo hizo en negro no es porque quiso y en todo caso hay una responsabilidad del Estado y de la comunidad en que así haya sido. Por otra parte queda claro que atento a la naturaleza impositiva de los aportes, el acceso debe ser universal porque todos de distinta manera aportan.

 

Partimos de una situación muy favorable al finalizar el gobierno de Cristina que era que prácticamente toda la población en edad mayor a 65 años tenía acceso a un beneficio previsional. Esto fue así gracias a las leyes de moratoria y a la creación de millones de puestos de trabajo, que aportaron financiación. Además la tasa de sustitución del salario fue creciendo y llegó a ser de casi el 60%. Se fortaleció el sistema cuando al recuperar en el año 2008 los fondos de las EXAFJP, se recuperaron como flujo de ingresos mensuales los que antes se los apropiaban las AFJP.Y con el stock que éstas habían creado para especular financieramente, se generó el FONDE DE SUSTENTABILIDAD DE La Seguridad Social que fue un instrumento importante para generar trabajo apoyando financieramente a distintas actividades productivas.

En síntesis, al finalizar Cristina su segundo mandato, no estábamos en el paraíso, pero habíamos mejorado sustancialmente las jubilaciones, ampliado la cobertura, utilizamos los fondos previsionales para apoyar la economía generando un círculo virtuoso.

Además, se pudo encarar una prestación como la Asignación Universal por Hijo que incorporó a millones de niños al sistema de protección. Respecto a este proyecto que inicialmente CRISTINA aprueba por Decreto, gran parte de la dirigencia política y del periodismo le adjudica la iniciativa a Elisa Carrió. Sin embargo, desde el Peronismo ya se había planteado esta asignación instrumentándola con la generalización de las Asignaciones Familiares con anterioridad al planteo de Carrió.

LA SITUACIÓN ACTUAL

Hay un discurso oficial que se está instalando diciendo que destinamos demasiados recursos a proteger a la vejez y pocos recursos para proteger la niñez. De tal forma, plantean la necesidad de reducir los recursos destinados al Sistema Previsional. En realidad, el Sistema Previsional requiere recursos porque la previsión nace hace más de cien años en la Argentina y, como dijimos, hemos logrado una cobertura casi universal con una tasa de sustitución bastante razonable. En cambio, la situación de exclusión y pobreza de la niñez, es un fenómeno relativamente nuevo y se incrementa permanentemente ya que hace 30 años no tenía la magnitud actual y por lo tanto no había cobertura social para los niños. En este sentido, la AUH ha sido un avance importante, pero habrá que buscar nuevos instrumentos para mejorar la cobertura.

El planteo del excesivo “Gasto en Seguridad Social” que impulsa el Gobierno y el FMI es parte de argumentos para justificar el brutal ajuste que se avecina. No es nuevo el planteo que hace el macrismo impulsado por las exigencias del FMI. Es lo mismo que sostenían en los 90 para darle vida a las AFJP que fue la mayor estafa que sufrió la clase trabajadora hasta que Cristina le puso fin cuando recupero los fondos.

En contra del ajuste del sistema que impulsa el Gobierno con el apoyo del FMI, proponemos, como primer paso y a fin de ordenar la dispersa legislación previsional, derogar la Ley 24241 que estableció el sistema de las AFJP para poder sancionar una ley previsional bajo los principios de establecer un sistema único, universal, solidario, redistributivo y contributivo, estableciendo que los organismos de gestión deberán contemplar la participación de los distintos sectores intervinientes, Trabajadores Activos y Pasivos ya sean formales o informales y el Estado recogiendo un reclamo que fue bandera histórica del peronismo.

Algunas de las medidas que instrumentaremos son:

  • Mantener la edad jubilatoria actual permitiendo que los trabajadores activos gocen del beneficio accediendo al mismo en una edad en la que tengan salud plena.
  • Mantener la forma de cálculo que significó una importante mejora desde 2003 a la fecha y una tasa de sustitución del salario del activo del 60%
  • Restablecer la posibilidad de acceso a los beneficios a los trabajadores eliminando la pensión asistencial PUAM por no ser un beneficio universal
  • Volver, para los adultos mayores que no tienen los requisitos para poder jubilarse, al sistema de inclusión jubilatoria (con moratorias o financiamiento impositivo)
  • Mantener y afianzar el derecho universal a una prestación previsional.
  • Unificar los sistemas previsionales provinciales evitando que el Estado Nacional financie mejores prestaciones en años o determinación del haber en determinadas provincias.
  • Establecer un sistema universal de AAFF incluyendo las AUH, el sistema de AAFF de trabajadores activos y pasivos determinando que la titular del beneficio es naturalmente la madre.
  • Redefinir el seguro de desempleo aumentando el importe de la prestación que hoy no alcanza el mínimo previsional, son $3.600, y complementarlo con capacitación laboral.
  • Mantener el fondo de garantía para garantizar la sustentabilidad del sistema evitando su utilización en el gasto corriente.
  • Volver a los créditos a los beneficiarios por medio de la tarjeta ARGENTA sacando a los jubilados del sistema de especulación financiera.
  • Salud sistema solidario único que integre a los cuatros subsistemas (PAMI; obras sociales; hospitales públicos) haciendo que los recursos sirvan y sean utilizados básicamente para el desarrollo del sistema y no para financiar el desarrollo de los actores privados.

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